domingo, 8 de agosto de 2021

 Mexico-Tenochtitlan ou, de manière abrégée, Tenochtitlan, est l'ancienne capitale (« huey altepetl ») de l'empire aztèque. Elle fut bâtie sur une île située sur le lac Texcoco (dont une grande partie a été asséchée par la suite). Elle était coupée par de longues avenues, traversée par des canaux et reliée au continent par des chaussées. En 1521, les conquistadors espagnols et 200 000 combattants indigènes, principalement tlaxcaltèques, sous les ordres d'Hernán Cortés, détruisirent une grande partie de la ville, et plus particulièrement tout ce qui pouvait rappeler les cultes aztèques, puis y fondèrent Mexico, qui devint la capitale de la vice-royauté de Nouvelle-Espagne.



 

Aztlan aurait été une île située au milieu d'un lac. Après avoir quitté l'île, les Aztèques seraient arrivés à un endroit appelé Chicomoztoc, c'est-à-dire « les sept cavernes » ; contrairement à Aztlan, qui n'apparaît que dans les récits aztèques, Chicomoztoc est considéré par beaucoup de groupes nahuas comme leur lieu d'origine légendaire. Les Aztèques y auraient trouvé une image de leur dieu Huitzilopochtli et rejoint d'autres tribus (dont le nombre varie selon les sources).

Aztlan est considérée par de nombreux spécialistes contemporains comme un lieu purement symbolique, un reflet d'une ville réelle, peut-être Mexico-Tenochtitlan. En effet, les récits sont empreints de symbolisme, comme la date de départ,  Silex, qui représente le commencement.

Diego Durán rapporte une des traditions les plus curieuses à propos d'Aztlan, selon laquelle l'empereur Moctezuma Ier aurait envoyé des émissaires à la recherche du lieu d'origine des Aztèques. Emmenés par magie à Aztlan, ceux-ci y auraient rencontré Coatlicue, la mère de Huitzilopochtli, qui leur aurait demandé des nouvelles de ses lointains parents à Tenochtitlan. Revenus à nouveau par magie d'Aztlan, les émissaires n'auraient donc pu en indiquer la localisation. Ce récit indique que les Aztèques eux-mêmes ne se faisaient pas une idée claire de l'emplacement d'Aztlan, sinon qu'elle se trouvait quelque part au nord.



viernes, 6 de agosto de 2021

 On Wednesdays, we’ve started focusing on meals that require only one piece of cookware—usually a fry pan, sauté pan, Dutch oven or baking sheet—so you don’t have to deal with washing a sink full of dishes before dinner is even ready. In this recipe chicken piccata, a traditional Italian dish that typically consists of thin chicken cutlets that are pan-fried and topped with a pan sauce made with lemon juice and capers, is updated with the addition of meaty artichoke hearts. For extra vegetables, add a few handfuls of fresh spinach along with the capers. Serve this dish over a plate of orzo or other small pasta shape for soaking up the delicious sauce.

 

Los miércoles, comenzamos a enfocarnos en comidas que requieren solo una pieza de utensilios de cocina, generalmente una sartén, una sartén para saltear, un horno holandés o una bandeja para hornear, para que no tenga que lidiar con lavar un fregadero lleno de platos antes de la cena. incluso listo. En esta receta, la piccata de pollo, un plato tradicional italiano que generalmente consiste en finas chuletas de pollo que se fríen y se cubren con una salsa hecha con jugo de limón y alcaparras, se actualiza con la adición de corazones de alcachofa carnosos. Para verduras adicionales, agregue unos puñados de espinacas frescas junto con las alcaparras. Sirve este plato sobre un plato de orzo u otra forma de pasta pequeña para absorber la deliciosa salsa.

 

Chicken Piccata with Artichokes

 

3 boneless, skinless chicken breasts, about 1 1/2 lb. (750 g) total

1/2 cup (2 1/2 oz./75 g) all-purpose flour

Kosher salt and freshly ground pepper

3 Tbs. olive oil

2 Tbs. unsalted butter, at room temperature

2 garlic cloves, chopped

1 jar (6 oz./185 g) artichoke hearts, rinsed, drained and quartered

1 cup (8 fl. oz./250 ml) dry white wine

1/2 cup (4 fl. oz./125 ml) low-sodium chicken broth

Juice of 1 lemon

2 Tbs. capers, rinsed and drained

1 Tbs. chopped fresh flat-leaf parsley

 

Butterfly the chicken breasts and cut them in half. Working with one chicken breast half at a time, place the chicken between 2 pieces of plastic wrap and, using a meat pounder or other heavy, flat object, gently pound to an even thickness of about 1/4 inch (6 mm).

 

Pour the flour onto a large plate and season it well with salt and pepper. Dredge the chicken in the seasoned flour, shaking off the excess. In a large fry pan over medium-high heat, warm 2 Tbs. of the olive oil until very hot but not smoking. Working in batches as needed to avoid crowding, add the chicken and cook, turning once, until golden brown on both sides and opaque throughout, about 4 minutes per side. Transfer to a plate and set aside.

 

Return the pan to medium-high heat; do not wipe the pan clean. Melt 1 Tbs. of the butter with the
remaining 1 Tbs. olive oil. Add the garlic and artichoke hearts and sauté just until the garlic is soft, about 1 minute. Stir in the wine, scraping up any browned bits on the bottom of the pan. Bring to a simmer and cook until the liquid is reduced by half, about 3 minutes. Stir in the broth, lemon juice and capers. Reduce the heat to medium, bring to a gentle simmer and whisk in the remaining 1 Tbs. butter. Cook, stirring occasionally, until the sauce thickens slightly, about 5 minutes more. Stir in the parsley. Taste and adjust the seasoning.

 

Return the chicken to the pan and turn to coat each piece with the sauce. Cook just until the chicken is warmed through, about 2 minutes. Serve immediately. Serves 6.





 

 

Piccata de Pollo con Alcachofas

 

 

 

3 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel, aproximadamente 1 1/2 lb (750 g) en total

 

1/2 taza (2 1/2 oz./75 g) de harina para todo uso

 

Sal kosher y pimienta recién molida

 

3 cucharadas aceite de oliva

 

2 cucharadas mantequilla sin sal, a temperatura ambiente

 

2 dientes de ajo picados

 

1 frasco (185 g / 6 oz) de corazones de alcachofa, enjuagados, escurridos y cortados en cuartos

 

1 taza (8 fl. Oz./250 ml) de vino blanco seco

 

1/2 taza (4 fl. Oz./125 ml) de caldo de pollo bajo en sodio

 

Jugo de 1 limón

 

2 cucharadas alcaparras, enjuagadas y escurridas

 

1 cucharada perejil fresco picado

 

 


 

Marque las pechugas de pollo y córtelas por la mitad. Trabajando con una pechuga de pollo media a la vez, coloque el pollo entre 2 piezas de envoltura de plástico y, utilizando un machacador de carne u otro objeto plano y pesado, golpee suavemente hasta obtener un grosor uniforme de aproximadamente 6 mm (1/4 de pulgada).

 

 

 

Vierta la harina en un plato grande y sazone bien con sal y pimienta. Drene el pollo en la harina sazonada, sacudiendo el exceso. En una sartén grande a fuego medio-alto, caliente 2 cucharadas. del aceite de oliva hasta que esté muy caliente pero no humeante. Trabajando en tandas según sea necesario para evitar que se amontonen, agregue el pollo y cocine, volteándolo una vez, hasta que estén dorados por ambos lados y completamente opacos, aproximadamente 4 minutos por lado. Transfiera a un plato y reserve.

 

 

 

Regrese la sartén a fuego medio-alto; no limpie la sartén con un trapo. Derretir 1 cucharada. de la mantequilla con el

restante 1 cucharada. aceite de oliva. Agregue el ajo y los corazones de alcachofa y saltee hasta que el ajo esté suave, aproximadamente 1 minuto. Agregue el vino, raspando los trozos dorados del fondo de la sartén. Deje hervir a fuego lento y cocine hasta que el líquido se reduzca a la mitad, aproximadamente 3 minutos. Agregue el caldo, el jugo de limón y las alcaparras. Reduzca el fuego a medio, cocine a fuego lento y mezcle las 1 cucharada restante. manteca. Cocine, revolviendo ocasionalmente, hasta que la salsa espese un poco, unos 5 minutos más. Agrega el perejil. Prueba y ajusta el sazón.

 

 


 

Regrese el pollo a la sartén y gírelo para cubrir cada pieza con la salsa. Cocine hasta que el pollo esté bien caliente, aproximadamente 2 minutos. Servir inmediatamente. Para 6.

 Federico Cantú 

Tenochtitlan 500 años

 




 

Artaudllegó a México el 7 de febrero de 1936. El 26, el 27 y el 29 de ese mes pronunció tres conferencias en la Escuela Nacional Preparatoria en las cuales esbozaba una pregunta que iba a reiterar en escritos afirmaba Artaud. 

 

 “La mitología de México es una mitología abierta”, “es el único lugar de la 

tierra que nos propone una vida oculta, y la propone en la superficie de la vida”. 

 Toda verdadera cultura se apoya en la raza y en la sangre. La sangre india de México guarda un antiguo secreto de raza, y antes de que la raza se pierda, pienso que hay que reclamarle la fuerza de ese antiguo secreto (...). Vine a la tierra de México a buscar las bases de una cultura mágica que puede surgir todavía de las fuerzas del suelo indio.

 

 

“hay lugares predestinados para hacer surgir las fuentes de la vida”, como el Tíbet y México; aunque la “antigua cultura de México” no vale sólo para los “cadáveres”: los “sentidos interiores” rompen en ella su barrera. “Hace resucitados”



domingo, 1 de agosto de 2021

 


“En la década des los treinta” 

La familia del tío Gilberto Martinez Solares , se convirtió en una escuela de artes donde la música, la escenografía , la fotografía , la literatura , la danza y el cine se fusionaron  dotando a México de una imagen que se reproduciría como una constante durante mas de tres décadas! 

Lo increíble es que en este epicentro y sin saberlo este legado me acompañaría en mi carrera, marcando mi futuro al igual que el de mucha gente aun antes de que yo me dedicara a la filmación y grabación de música para comerciales de radio cine y T.V.

 

Por mi parte fue una cuestión de acontecimientos familiares ,  pues desde que la hermana de mi abuelo se casara con el Director Gilberto Martinez Solares en 1932,

Tarde o temprano mi generación alcanzaría  la misma motivación por el arte escénico , la fotografía y la escenografía.



Si bien primero y gracias a que el tío Gilberto construyera su residencia en Coyoacán junto a l casa de Rubén Figueroa y con el diseño del escenógrafo y arquitecto español  Manuel Fontanals, este paraíso paralelo donde creció mi papá con el rango de hijo adoptivo!

Si bien mi papá había nacido en Los Ángeles California en la época de la gran depresión y desde el momento en que mis abuelos tomaron rumbos diferentes , Gilberto fue una de las figuras paternas mas trascendentes en la vida de mi padre.

 



A inicios de los 40s y viendo que mi papá no mostraba gran interés por el habito del estudio ;  Gilberto lo contrata para trabajar en los estudios Churubusco , convirtiéndose en el empleado mas joven de todos los estudios y como le dijera el Indio Fernández en una filmación en la que despues de una semana eterna el Indio se negaba a dar un descanso a el Staff  mismo que junto con mi papá habían decidido abandonar la filmación – “ oye Cantú  , no seas desgraciado regresa ya al staff , recuerda que yo mismo te cambiaba los pañales”

 



Lo sináptico es que el Indio Fernández( muchos años antes ) en su época de militar , iba ser fusilado junto con mi abuelo materno Edmundo Elizarrarás y José de león Toral. Mismos que fueron salvados a ultima hora permitiendo que sus biografías se escribieran de manera peculiar ; Toral , termino acecinando a Obregón, mi abuelo trabajando en el tendido de la red electica de nuestro país y el Indio como Cineasta!



 

Los años pasaron y vinieron cientos de películas en donde mi papá trabajo en los diferentes departamentos terminando en doblaje y grabación .

 

Ya cuando conoció a mi mamá y se casaron ambos dedicaban parte de su tiempo para hacer la tipografía de los títulos y créditos de películas.

 

En  las fotos vemos a mi padre desde chamaco trabajando en algunas películas , tambien en una de mis fotos estoy con el tío Gilberto en su casa de Acapulco y con  mi 

Museo CYDT